15 noviembre 2015

Mrs. Dalloway, de Marleen Gorris

Francisco Peña.


Esta película está basada en la novela del mismo nombre de la escritora inglesa Virginia Woolf. Este intento de llevar el mundo woolfiano a la pantalla grande es un esfuerzo loable, que se puede incorporar a la corriente de cine inglés que basa su fuerza en la adaptación cinematográfica de los clásicos de su literatura.



Como ejemplos de esta corriente se pueden citar las siguientes cintas:

A Passage to India / Pasaje a la India
Dirección: David Lean. Basada en una novela de E. M. Forster

A Room with a View / Una habitación con vista
Dirección: James Ivory. Basada en una novela de E. M. Forster

Orlando
Dirección: Sally Potter. Basada en una novela de Virginia Woolf

Enchanted April / Sueños de Abril
Dirección: Mike Newell. Basada en una obra de Elizabeth von Armin

Sense and Sensibility / Sentido y Sensibilidad
Dirección: Ang Lee. Basada en una novela de Jane Austen. Guión y actuación de Emma Thompson.

Carrington
Director: Christopher Hampton. Narra la relación de la pintora Dora Carrington con el crítico y escritor Lytton Strachey (una de las figuras claves del grupo de Bloomsbury, al que pertenecía Virginia Woolf).

Pride and Prejudice / Orgullo y Prejuicio
Dirección: Joe Wright. Basada en la novela de Jane Austen. Actuación de Keira Knightley y Donald Sutherland.



Esta corriente de cine inglés recrea hasta el último detalle las épocas que se muestran en las novelas. Asimismo, ha procurado ser fiel en narración y espíritu a lo planteado por los narradores literarios. Sin embargo, no se puede hablar de "novelas ilustradas" o de "academicismo" para descalificarlas en forma peyorativa, aunque los resultados que arrojan las películas de esta corriente sean muy diversos.

El problema de la adaptación de obras del medio literario al medio cinematográfico es viejisimo. Las transposiciones van de un extremo al otro, de la copia fiel hasta la reescritura total de la fuente escrita al cine; no hay una fórmula predeterminada para pasar de un medio al otro.

Cada obra, literaria y cinematográfica, es válida en su medio y pueden ambas analizarse como entes aislados. Sin embargo, una obra siempre remite a la otra; aunque los medios de expresión son distintos hay un puente que las puede ligar, que es el narrativo.

En base a las formas de narración podemos analizar las relaciones que se establecen entre ambas manifestaciones artísticas, y a partir de este juego de relaciones, llegar a una conclusión sobre como la obra cinematográfica manifiesta a la literaria (y en casos minoritarios, al revés).


En el caso específico de "Mrs. Dalloway", se puede afirmar que la novela de Virginia Woolf es la primera en la cual la autora usa en forma madura su método de expresión literaria que se convierte en el sello de casi toda su obra publicada.

Para narrar sus historias Virginia Woolf perfeccionó un modo de expresión literaria personal que combinaba el uso del monólogo interior, de la corriente de conciencia (Stream of Consciousness), del flashback, de la narración cronológica fragmentada, para lograr los efectos narrativos que ella siempre buscó. Estas mismas herramientas de expresión del lenguaje han sido usadas en combinaciones distintas, antes y después de Woolf, por otros escritores para sus propios fines personales.

En el caso específico de Virginia Woolf usó estas herramientas con dos fines especiales:

1. Continuar y extender la tradición narrativa femenina y feminista inglesa, de la cual ella se consideraba parte y puente al futuro. Para entender ese sentido de pertenencia a una tradición y comprender sus innovaciones narrativas dentro de la misma, conviene que el / la lector(a) revise su ensayo "Una Habitación Propia / A Room of One's Own" (Seix Barral /Penguin).



2. Buscó manifestar en su obra un estilo de escritura femenina y, quizá, finalmente andrógina. Para plasmar el modo de sentir y percibir la realidad femenino, Woolf usó estas herramientas estilísticas para expresar la subjetividad de varios personajes femeninos... y así plasmar la relación de las mujeres con el medio ambiente que las rodea: en forma social, ecológica, psicológica, etc.

El resultado es que sus novelas están contruidas alrededor de pocas anécdotas y muy poca acción, pero que sus personajes viven en medio de sus pensamientos, juicios e interrelaciones. Un sólo hecho es narrado desde los diferentes puntos de vista de cada uno de los personajes. Este juego de subjetividades, alrededor de un hecho del pasado o del presente, hace que su literatura sea impresionista.

Finalmente es un proceso sinérgico (2 + 2 = 5) donde la suma de las subjetividades de sus personajes crea algo más rico y que está más allá de cada uno de ellos. El lector tiene entonces una visión objetiva de la realidad narrada: conoce las acciones y pensamientos de cada uno de los personajes y, además, observa la situación narrada desde distintos puntos de vista, de donde puede concluir un juicio más general y objetivo.

Esta fragmentación de las situaciones y personajes, en donde predomina esencialmente el mundo de la mente, forma un rico mosaico de sentimientos, pensamientos y percepciones sobre la realidad narrada, sobre la trama. El lector tiene una visión compleja de la anécdota y una visión casi divina de la situación; no sólo puede observar las acciones que suceden sino la reacción de los personajes. Vive afuera y adentro de la anécdota y su visión es mucho más rica.


Por lo que se refiere a "Mrs. Dalloway", Virginia Woolf inicía la experimentación de este método y estilo de escritura. Aunque ya se nota el predominio de la mente de los personajes aun no llega a una fragmentación total del mosaico. Se observan trozos narrativos grandes para cada personaje, y se enfatizan las reacciones de Clarissa Dalloway y Peter Walsh. Asimismo, el personaje de Septimus sirve de perfecto contrapeso a los otros personajes; al pasar por un proceso de demencia y suicidio, sirve de perfecto contrapunto a las preocupaciones de la vida diaria de los otros personajes y los confronta en sus modos de ser.

Es gracias a la narración de lo que ocurre en la mente y gracias al estilo del lenguaje que la trama cobra vida real. Si uno mantuviera una relación sólo de las acciones que suceden en esta novela, estas serían de menor significado. De hecho, la trama ocurre en un solo y único día donde Clarissa Dalloway dará una fiesta y, en medio de los preparativos, los personajes hacen remembranzas de su vida pasada, de su juventud y de las posibilidades perdidas por las decisiones tomadas con anterioridad.


La película "Mrs. Dalloway" enfrentó al universo literarario de Virginia Woolf con conciencia de la dificultad que implicaba esta tarea. La directora, Marlene Gorris, tenía tres herramientas básicas propiamente cinematográficas para enfrentar este reto:

1. Flashback usando dentro del montaje de la película
2. Voz en off para comunicar lo que ocurre en la mente de los personajes
3. La cámara subjetiva para dar cuerpo a mente de los personajes

De estas tres herramientas cinematográficas, que permitirían buscar formas narrativas que obtuvieran resultados semejantes a los que obtuvo Virginia Woolf, la directora empleó solamente las dos primeras y en diferente proporción. La voz en off perjudica, el flashback si logra su cometido. La cámara subjetiva, que hubiera sido un importante elemento narrativo no se usó para nada en este film. Parte de la riqueza de la Woolf se pierde por la ausencia de este último recurso.


La voz en off, para narrar lo que ocurre en la mente de los personajes, se usa excesivamente. Las partes adjudicadas a Clarissa Dalloway -interpretada por Vanessa Redgrave-, en especial en la fiesta, usan demasiado la voz en off. Este recurso, por si solo y en ausencia de los otros dos mencionados, hace que Clarissa Dalloway parezca más una señora que habla y piensa mucho pero sin la profundidad del personaje de Virginia Woolf. La preocupaciones de Clarissa se sienten superficiales y en momentos abhsurdas; la importancia personal que tiene para ella la fiesta o la relación con su esposo e hija parece desmedida ante otros hechos de la vida real.

Si esto le ocurre al personaje principal, no hay que imaginar lo que sucede con el resto de los personajes: quedan muy reducidos en su condición humana y tienden a acartonarse con el uso de la voz en off.


El personaje más afectado es precisamente Septimus, que debería de funcionar de contrapunto dramático en la trama fílmica, pero por el estilo son afectados Peter Walsh, Miss Kilman, Richard Dalloway y Elizabeth. Parte de lo que deseaba comunicar Virginia Woolf a sus lectores (la complejidad y riqueza de la vida como hecho real y hecho mental) se pierde en parte y no se alcanza sino a entrever en partes del film.

Sin embargo, no todo es negativo en la cinta "Mrs. Dalloway". El recurso del flashback como ilustración del recuerdo y del pensamiento de los distintos personajes si se usa adecuadamente. Los momentos del film en que se narra por medio del flashback son los mejores y si hacen honor a algunas de las concepciones woolfianas.

Los recuerdos de la juventud de Clarissa, especialmente su relación con Sally Seton y Peter Walsh, son más complejos y se aproximan más a la novela.


Cuando entran las partes recuerdo / flashback, todos los personajes adquieren más densidad, más humanidad. Sus conflictos y decisiones así como las consecuencias son más verosímiles. Las preocupaciones amorosas y las percepciones de la personalidad de los otros personajes son creibles.

Con el uso de esta herramienta cinematográfica, las subjetividades de los personajes realmente entran en un juego semejante al que logra Virginia Woolf con su estilo literario y su forma de narrar. Una parte que ilustra los momentos en que se da la sinergía narrativa es cuando Clarissa y Peter recuerdan su noviazgo y su rompimiento. Los flashbacks funcionan y los espectadores se dan cuenta del surgimiento y crisis de su relación ante la presencia de Richard Dalloway. Cuando Clarissa finalmente rechaza a Peter Walsh, la razón que ella esgrime se siente real: quiere su propio espacio de vida, Peter es demasiado absorbente y ella quiere conservar su propia personalidad (uno de los temas recurrentes en la obra de Virginia Woolf).

Las escenas de celos de Walsh y el rompimiento es de lo mejor que tiene la película y tienen un impacto semejante al de la novela. El juego de subjetividades de los personajes frente a una situación real si se asemeja a lo logrado por la Woolf, ya que el cinéfilo si obtiene una visión objetiva de los hechos, que está por encima de la que tienen los mismos personajes. De esta forma, Gorris logra por momentos los mismos resultados de la Woolf, usando adecuadamente los recursos fílmicos que tiene a mano.

Los recuerdos de juventud, que si tienen densidad, se contrastan con lo que obtiene la directora en la escena de la fiesta, donde la voz en off hace que las preocupaciones que siente Clarissa sobre el éxito de la reunión sean superficiales.


Otro punto que se tiene que tocar a favor del film es el uso adecuado de los dialogos entre los personajes; en lugar de usar voz en off, dialogan y manifiestan sus estados de ánimo y pensamientos. La parte representativa es el dialogo en la fiesta entre Peter Walsh y Sally Seton porque se expresa y compendia su visión de Clarissa Dalloway. Pero este recurso es aportado por la guionista ya que en la novela esta escena no se presenta de la misma forma.

En el caso de Septimus es donde la directora fracasa. El personaje en la novela es el contrapunto de todos los otros, su locura y suicidio confrontan a todos y los hace medir su actitud ante la vida especialmente a Clarissa que, por momentos, acaricia la idea del suicidio pero que finalmente decide reintegrarse a la vida, a la fiesta.

En el film, Septimus no alcanza la profundidad del personaje novelístico; para narrarlo Gorris no usa más que el flashback inicial, abusa dela voz en off y recurre a ilustrar las alucinaciones de Septimus pero sin lograr conmover al espectador. Al no tener flashbacks que nos expliquen la historia y estado mental del personaje se pierde irremediablemente el contrapunto estructural de la novela.

Septimus es superficial o incomprensible y por ende no se siente lo que para Clarissa significa su presencia, por lo tanto la decisión de ella de regresar a la vida y evitar el suicidio pierde significación en el film. La esencia de la temática woolfiana se siente incompleta o debilitada, porque el renacimiento a la vida de Clarissa no es muy claro ni contundente.


Como se observa, la película tiene altibajos por la elección de su forma narrativa. El film falla porque en momentos se reduce a narrar las acciones de la novela sin su riqueza psicológica y emocional, y solas no sostienen el interés del espectador. Sólo en los momentos en que la cinta se asemeja narrativamente a la novela es cuando se puede tener una idea de la complejidad y la riqueza de la visión woolfiana.

Para el espectador normal la película es tediosa con algunos momentos brillantes. Por lo tanto, quienes más van a disfrutar de la cinta son los espectadores que conocen el mundo literario de Virginia Woolf, ya que encontrarán viejos placeres derivados de la lectura y reencarnados en el medio cinematográfico. El sueño woolfiano tiene vida en el film, aunque no con la fuerza y la esperanza que uno quisiera ver reflejadas en la pantalla.