08 noviembre 2015

Verdad incómoda, Una / An Inconvenient Truth, de Davis Guggenheim

Francisco Peña.

Lo que damos por sentado, quizás no esté aquí para nuestros hijos. Al Gore.



Esta película, con un manejo adecuado de la técnica cinematográfica, importa mucho más por su contenido y su tema que por su forma fílmica. Es muy importante que se difunda entre el público porque, sin amarillismos, cuenta la simple y dura verdad del fenómeno del calentamiento global del planeta Tierra. POR ESO, ES UNA PELÍCULA QUE HAY QUE VER.



En esta ocasión, el cine se concentra en su función de medio de comunicación, de difusión de un fenómeno que nos afecta a TODOS. No es una cinta para un público que sólo quiere divertirse, pero no es ni aburrida ni solemne. Al contrario, es tan clara que nos mantiene pegados al asiento mientras vemos un futuro probable pero no aún irremediable. En ese sentido, toda proporción guardada, es la advertencia auténtica de la que, si no hacemos caso, puede crear en la realidad un fenómeno real como el que se dramatiza en El día después de mañana / The day alter tomorrow, de Roland Emmerich, 2004).

La verdad incómoda / An inconvenient truth es un documental sobrio pero contundente, que expone los peligros del calentamiento global sobre el clima de TODAS las naciones y del cual somos todos responsables. Pero, en especial, son responsables las naciones industrializadas que arrojan gases que provocan el efecto invernadero y el aumento de la temperatura en el planeta.


Sin los excesos políticos, retóricos y sarcásticos de los documentales de Michael Moore (Bowling for Columbine, Fahrenheit 9/11), menciona la responsabilidad del actual gobierno de Estados Unidos, encabezado por Bush, al negarse a firmar el Protocolo de Kyoto. Hace un comentario político al respecto, pero no se ahoga sólo en esta crítica sino que expone TODO el problema en su terrorífica complejidad.

Al Gore, exvicepresidente de Estados Unidos durante la administración de Bill Clinton, y candidato demócrata que perdió “sospechosamente” las elecciones frente a Bush, es el vocero y expositor del problema, que ya toca a nuestra puerta ni que hagamos caso.


Para contar y mostrar visualmente la amenaza del calentamiento global de la Tierra, el director Davis Guggenheim sigue narrativamente los pasos de una conferencia de Al Gore donde expone el problema. Gore inicia mostrando la primera foto de la Tierra tomada desde el espacio por la misión Apolo 8 que rodeó la Luna. El planeta se ve, por primera vez, como “el hogar de todos nosotros”. Reitera esta noción con otras muestras del planeta, también de la misión Apolo y de la Galileo (y, no en balde, se menciona el nombre del científico Carl Sagan, que aportó el guión de la cinta Contacto, con Jodie Foster).


A los 18 meses de que se publicaron las dos fotos más importantes de la Tierra, de la misión Apolo, nació el movimiento ecologista: la conciencia de la unidad de la vida en el planeta.

Gore muestra muy gráficamente cómo el calentamiento global se ha disparado desde la década de los 50 por la emisión de gases que produce el efecto invernadero (que también explica). Los datos son científicos y no meras especulaciones, como quieren hacer aparecer algunos escépticos. Menciona que los datos duros comenzaron a ser recabados desde los 40 por el científico Roger Revelle, que fue maestro de Al Gore y quien lo hizo no sólo conciente del problema sino un activista para su solución.

Gore muestra imágenes comparadas de glaciares que se han derretido en los últimos 30 años hasta casi desaparecer. ¿Dónde les gusta que pase el fenómeno? Gore muestra fotos de glaciares en Argentina, Italia, Estados Unidos, Perú… Por cierto, ¿ya vieron que el Popocátepetl y el Iztaccihuátl sufren el mismo fenómeno? A lo anterior, Gore le suma las mediciones en la Antártica. La destrucción es evidente.




Se apoya también en gráficas donde, a lo largo de 650,000 años, se puede ver el tipo de clima que imperó en la Tierra: alternancia de eras de calor y de hielo… Pero, el punto es que en esas oscilaciones climáticas jamás se rebasaron las 350 partes por millón de dióxido de carbono, el gas del efecto invernadero y que RIGE el clima del inhabitable Venus. Hoy hemos rebasado con mucho el contenido histórico de ese gas en la atmósfera y, en apenas 30 años hemos violado el equilibrio que se mantuvo ¡en 650,000 años!

Gore pone ejemplos de las altas temperaturas entre 2003 y 2005: en India se rebasaron los 50C, en Europa (España, Italia, Portugal, Francia) la gente murió por el calor en 2004-2005 (y da cifras). Pero el problema no sólo se da en tierra, los mares se han calentado. Resultado más huracanes y más fuertes: Katrina, que devastó Nueva Orleáns, por ejemplo. Se ve palpablemente como Katrina (categoría 1 cuando tocó Florida) se convirtió en un monstruo categoría 5 porque tomó fuerza con las aguas cálidas del Golfo de México.




Paradójicamente, Gore menciona que se incrementan las inundaciones (el mar aporta más humedad a las tormentas al calentarse) pero, al mismo tiempo, en esas mismas zonas se incrementa la se quía porque el calor despoja de humedad al suelo. Las imágenes de la desecación del Baikal y el Mar de Aral en Rusia, más la tierra agrietada en África son contundentes.

Mientras se presentan estos datos, Davis Guggenheim acerca la cámara a Al Gore –su vida privada y pública- como contrapunto narrativo. Funciona para aligerar la exposición, pero también para ver como un ser humano va tomando conciencia del problema.

Pasa luego al impacto del calentamiento global en el Ártico. Los datos marcan el adelgazamiento de la capa de hielo la Marina de EU la midió con el sonar de sus submarinos) y un dato ejemplar y terrible: se han encontrado osos polares ahogados porque no encontraron hielo donde subirse.


Pero Gore, en medio de la advertencia, puede dar un dato colateral optimista: la capa de ozono sobre la Antártica se está cerrando gracias al control de gases que la destruían y, allí sí, Estados Unidos participó en el esfuerzo mundial.

Pero la misma Antártica no está exenta del problema. Si sigue si deshielo, muchas partes bajas del planeta se inundarían. Gore muestra las imágenes de lo que serían las tierras inundadas en Florida, Manhattan, India, Bangladesh…


Gore menciona las causas para buscar las soluciones apremiantes:

Población. Tecnología.

En menos de 200 años, la población humana de la Tierra pasó de 2.1 mil millones a 9.1 mil millones de habitantes. Es un milagro que no haya aun un colapso en los recursos terrestres, pero…

En cuanto a la tecnología, aún usamos mucha que es sucia y contaminante, y da los casos de los automóviles y las reglas que cumplen. Japoneses y europeos van a la cabeza de la reducción de gases, los estadounidenses a la zaga y, curiosamente, por eso, sus autos se venden menos que los japoneses y europeos.



Goe dice que la tendencia va en aumento, pero que SI EXISTEN SOLUCIONES al problema: si se suman, la emisión de gases de efecto invernadero (y la estabilización de la temperatura) bajaría a los niveles de 1970. Pero, para lograrlo, menciona que se necesita VOLUNTAD POLÍTICA para enfrentar el problema. Pone un ejemplo: el gobierno federal de EU no ha firmado el Protocolo de Kioto, pero muchas de sus ciudades importantes se han adherido a él por medio de leyes locales ante la "pasividad" federal.


La película es importante porque es una exposición del problema que atañe a todos, de las causas que lo crearon Y de las posibles soluciones. Quizás las generaciones adultas no lo vean, pero nuestros hijos, los que ya andan de los 15 años hacia abajo pueden vivir sus consecuencias. Es tiempo pues, cómo sugiere la cinta, de poner manos a la obra. En ese sentido, con esta película, el cine cumple con su responsabilidad social como medio de comunicación y no sólo como arte y/o comercio.


La situación del calentamiento global del planeta no sólo es responsabilidad de los gobiernos (aunque tengan más recursos) sino de todos y cada uno de nosotros. También las soluciones. Y nosotros, como individuos, también podemos aportar cada uno nuestro esfuerzo en la solución con medidas muy sencillas. Si las seguimos disciplinadamente, la película habrá cumplido con su propósito específico y, en general, nosotros podremos heredar una Tierra viva a las siguientes generaciones.



Diez cosas que se pueden hacer

¿Quiere hacer algo para frenar el calentamiento global?

Estas son 10 cosas sencillas que usted puede hacer y cuando dióxido de carbono ahorrará al realizarlas.

Cambie un foco

Cambiar un foco normal por un foco de luz fluorescente ahorrará 68 kilos de dióxido de carbono al año.


Use menos el automóvil

Camine, use bicicleta o utilice más el transporte público. Ahorrará medio kilo de dióxido de carbono por cada kilómetro y medio que no maneje.


Recicle más

Ahorrará más de una tonelada de dióxido de carbono al reciclar la mitad de su basura casera en un año.


Cheque sus llantas

Mantener sus llantas infladas a la presión correcta puede incrementar el rendimiento del combustible en kilometraje a más del 3%.

Cada 4 litros de gasolina ahorrada evita que 9 kilos de dióxido de carbono lleguen a la atmósfera.


Use menos agua caliente

Se necesita mucha energía para calentar el agua. Use menos agua caliente instalando una regadera de menor flujo (se ahorran 160 kilos de C02 por año) y lave su ropa con agua fría, si no usa caliente se ahorran cerca de 230 kilos de C02.


Evite productos que tengan mucho empaque

Puede ahorrar 545 kilos de dióxido de carbono si corta su generación de basura en un 10%


Ajuste su termostato

Suba su termostato sólo dos grados en invierno y bájelo sólo dos grados en verano. Puede ahorrar 900 kilos de dióxido de carbono en un año con este ajuste sencillo.


Plante un árbol

Un solo árbol absorberá una tonelada de dióxido de carbono durante su período de vida.


Apague los aparatos electrónicos

Simplemente con apagar su televisión, DVD, estereo y computadora cuando no los esté usando, ahorrará miles de kilos de dióxido de carbono al año.