05 enero 2016

El Francotirador falló su último disparo / The Deer Hunter, de Michael Cimino

A décadas de su estreno (1978), The Deer Hunter / El Francotirador, la cinta sobre Vietnam de Michael Cimino, muestra sus profundas arrugas por el paso del tiempo.

Francisco Peña.



“Debes matar a un venado con un solo disparo” le dice Mike Vronsky (Robert de Niro) a su gran cuate y brother del alma Nick (Christopher Walken) en la conocida película setentera sobre la Guerra de Vietnam nominada para nueve Oscares de los que ganó cinco en 1979, entre ellos el de Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor de Reparto.



Hoy El Francotirador tiene la pólvora mojada, no le atina al público actual con la primera bala y le tiembla el pulso. Nunca fue la mejor película sobre el conflicto de Vietnam. En 1979 se estableció una carrera por llegar primero a la pantalla y a la fama entre Cimino y Coppola (con Apocalipsis ahora). La cinta de Coppola empezó a rodarse antes pero las dificultades de la producción hicieron que se estrenara comercialmente después; la de Cimino comenzó a filmarse después pero fue la primera en proyectarse. Así obtuvo su solitario galardón en la historia del cine: primera película que tocó el tema y se estrenó luego de la salida de las tropas estadounidenses de Vietnam (1973) y la caída final de Saigón (1975).


El Francotirador es una cinta conservadora. Evade causas, corrupción y consecuencias de esa guerra; recurre al patrioterismo, se desborda sentimentalmente en los conflictos amorosos de los personajes, proclama luto por los muertos pero en el fondo la vida sigue igual en Suburbia, E.U. Apocalipsis ahora muestra el fondo moral de la guerra, su locura, muerte y caos desde una óptica “liberal” que cuestiona el conflicto: no se podía seguir así, se necesitaba un cambio entonces. El tiempo hizo justicia. Apocalipsis ahora es la mejor película sobre Vietnam filmada hasta hoy.

Las secuencias de El Francotirador que aún impactan son las de la ruleta rusa en el río y en Saigón; mecanismo dramático muy eficiente en la película que jamás ocurrió en la realidad. Mentira histórica que trata de pasar como verdad cinematográfica.



Este hábil escamoteo fílmico de lo que fue Vietnam para los estadounidenses dura tres horas, de las cuales sólo 40 minutos “ocurren” en el país asiático: cinco minutos de guerra y 35 de ruleta rusa donde los “viets” son villanazos (¡Mau! ¡Mau!) y Mike Vronsky-De Niro tiene más tanates que Rambo, Van Damme y Steve Seagal juntos.


La otra secuencia de ruleta rusa en “Nam”, de unos 20 minutos, es cuando Mike regresa a Saigón por su brother Nick; único momento en que viste de civil después de la guerra pues desde que regresa a su pueblito de Pennsylvania siempre viste de militar: “una vez hecho soldado, siempre soldado”.


A pesar de sus obvias deficiencias, para un sector de cinéfilos gringos El Francotirador es intocable porque es un espejo de su ideología. Aún piensan, parafraseando lo que sucede en la cinta, algo así como “perdimos (pero no volveremos a perder), estamos tristes por los muertos (pero nos casaremos con la güerita que trabaja en el super), salvaremos a los cuates aunque estén en silla de ruedas y cumpliremos nuestra palabra…”.


Igualito que Mike, al que su cuate Nick le pide: “Si algo me sucede no me dejes abandonado allá. Sólo no me dejes abandonado allá. Debes prometérmelo, Mike”. Regresa para verlo morir, eso sí de un solo plomazo, limpio y profesional. Promesa cumplida. Aunque tristón, regresa y canta God bless America con los amigos… y vota por Bush, Bush hijo, McCain y Donald Trump. Hoy el paso del tiempo muestra las profundas “arrugas” ideológicas de El Francotirador, que se ven con claridad… y dan pena.