31 mayo 2016

José Luis y El Tío, piratas y corsarios del cine de arte

¡Bara bara, Burton, Buñuel, Bergman, bara bara!

Los vendedores ambulantes de videos descubren un nuevo mercado: el cine de arte pirata también se vende y se puede vender bien.

Francisco Peña.


En medio de la pelotera de puestos ambulantes con antojitos, zapatos tennis, videos porno a raudales, pilas chinas que se descargan a las dos horas para despertadores chinos que se descomponen a los dos días, se observan ya algunos lugares de películas piratas que no ofrecen Encantada ni Malos hábitos. Las portadas se ven diferentes... son diferentes. Hay que ver para creer: la mejor ubicación a la vista la ocupa La última tentación de Cristo, de Martin Scorsese, en lugar del estreno Bee movie: la historia de una abeja. Se trata del equivalente ilegal y pirata de las secciones de Cine de Arte de Mixup o Blockbuster.


Son pocos puestos pero bien ubicados porque los dueños han detectado los lugares por dónde pasan sus clientes potenciales: estudiantes universitarios, profesionistas afectados por el desempleo o el bajón de salarios, gente educada que busca algo más allá del estreno semanal pero que no cuenta con medios económicos. Algunos pueden estar en las salidas del Metro Balderas pero no en Taxqueña ni en Barranca del Muerto; aparecen también en los andadores de Ciudad Universitaria, en los tianguis con "sello cultural" pero sin tinte darketo o punketo donde la oferta es diferente.

Frente a una estación del Metro línea 1 está "el Tío", que regentea su "microMisop" con dos puestos, uno comercial y otro especializado "en arte". Expone un catálogo ecléctico de arte y clásicas. Allí están reunidas Ed Wood (Tim Burton), Bella de día (Luis Buñuel), Gritos y susurros (Ingmar Bergman), Luna amarga (Roman Polanski), Amacord (Federico Fellini), Ojos bien cerrados y Naranja mecánica (Stanley Kubrick), Belleza Robada (Bernardo Bertolucci), Excalibur (John Boorman) y Arroz amargo (¡con Silvana Mangano!). También ofrece clásicas como Arde París, Mogambo, Rififí, Melodía inmortal, Khartoum y hasta cine brasileño con Doña Flor y sus dos maridos.


"El Tío" aprendió esta parte de su negocio en las trincheras. "Luego pasaban al puesto y me pedían unas que yo no sabía que pedo. Era una bronca para que me las consiguieran y sólo me daban una que otra. Todo empezó con el Kubrick ese, el de las portadas blancas. De esa serie siempre me han pedido mucho. Con ese cuate aprendí que había nombres que no aparecían al frente de las portadas sino atrás. Mis conectes jalaron más de las películas que les pedía, con los nombres que la gente me daba". Primero metió unas 10 películas de arte, las volvió a surtir porque se vendían y, poco a poco, fue juntando más. Se dio cuenta de que se vendían mejor si las reunía todas y no las revolvía con los estrenos. "Se fue haciendo la roncha con la gente. Ora tengo como 150 películas siempre. Anímese jefe: una por 25, dos por 40 varos y son clones".



¡ KUBRICK PIRATA !

En Ciudad Universitaria, del lado de la estación del Metro y más allá de los puestos de chamarras, pants y toda la parafernalia de los Pumas, cruzando el Circuito Universitario y adentrándose por los andadores se instalan puestos de videojuegos, programas de software, libros y cine de arte. En uno de ellos trabaja "José Luis" que es el "efectivo": sabe lo que tiene, conoce lo que pides y te lo consigue rápido. "Aquí te conecto clón de DVD con todo y menús. Neta que éstas sí van caladas y garantizadas porque las quema de originales un brother que "crackea" de pelos. Acá puro material original, sin macetas". "¿¡Cuáles macetas!?". "Son las chafas que graban en cines con camarita y dos que tres macetas (cabezas) de los güeyes que están sentados adelante y con morra que se atraviesa cuando va por chescos, jajajajaja". El "Efectivo" sí es efectivo. "A ver, ¿qué tienes de Fellini?" "Ahorita Las noches de Cabiria, Amarcord, 8 1/2 y La dolce vita". "¿Roma?". "Va, aguántame, te la traigo en tres días".

Y su palabra es la ley.


Curiosamente, la diferencia entre "el Tío" y "José Luis" está en lo que uno y otro han aprendido de cine. "El Tío" depende de lo que le piden sus clientes; no investiga por su cuenta para ampliar su "catálogo" que es más bien reducido y crece lentamente. "José Luis" es más vivo y las películas que ofrece tienen mayor rotación: el acento cae en el cine de arte y las clásicas representan un porcentaje menor de su oferta. "Fácil mi buen, cada semana me doy mi giro para ver que pasan en los cineclubs y veo que se puede conectar. A veces le pego, a veces no".

Su "catálogo" refleja su "investigación de campo". Tiene películas que "el Tío" jamás ha oido mencionar. En el piso y asoleándose están Corre Lola corre (Tom Tyker), Osama (Siddiq Barmak), Barán (Majid Majidi), La vida secreta de las palabras (Isabel Coixet), La verdad incómoda (Davis Guggenheim), 2046 (Wong Kar-Wai), Bajo la arena y Tiempo de vivir ( ambas de Francois Ozon), entre otras. La mayoría son relativamente recientes, de unos siete años a la fecha. Tiene también las reconocidas históricamente pero pocas clásicas comerciales. "A la banda le gusta comprar lo que ya vió. Esas clásicas sólo las compran rucos. Han de ser maestros, ¿no?. Les pongo de todo: cine iraní, alemán, francés, chino, español. Siempre tengo de Almódóvar porque se vende mucho". Basta revisar lo que está en el suelo para saber que "José Luis" cumple lo que promete.


Ese es el lado de la oferta pirata del cine de arte. Por la parte de la demanda ilegal hay otros factores que pesan. ¿Por qué comprar películas piratas de cine de arte? "Depende de la película", comenta "Elisa", estudiante de Ciencias Políticas. "No me gusta comprar películas piratas y prefiero los DVD originales de marca pero no siempre puedo llegarles. Si quiero La pianista (Michael Haneke, con Isabelle Huppert) legal la puedo obtener por unos 100 pesos y está barata, pero es de Zima Entertainment. Esa compañía tiene películas muy buenas pero están en Fullscreen (pantalla completa de tv) y a mí me gustan en Widescreen (pantalla entera del cine sin recortes). Ya me pasó cuando compré Rojo (Krzysztof Kieslowski, con Irene Jacob). Resultó que estaba sólo en fullscreen y no te lo avisan bien en las características del DVD. Llegué a mi casa y me sentí muy mal cuando ví cómo estaba, cómo si me hubieran estafado, yo no quería verla así. Desde ese día reviso bien quien hace los DVD porque me cae que da mucho coraje cuando te pasa eso. Ahora nunca compro nada de Zima por lo que me pasó, y mira que han conseguido muy buenas películas. No se si ya dejaron de hacerlo, pero han de creer que somos unos idiotas que no queremos ver la imagen completa; no nos dan alternativa. Si quiero comprar La pianista en widescreen tiene que ser importada y sale entre 250 y 300 pesos. Así no le entro. Se la pido a "José Luis" y me la consigue por 40 como yo quiero".


"Javier" ya rebasa los 50 años. Es un profesionista de clase media que fue triturado por las políticas de "empleo" establecidas en México desde hace décadas. Su nivel de vida declinó en esos años y, por su edad, sólo tiene trabajos inestables sin planta. Le gusta el cine, sobre todo el que vió cuando era joven. "Me tocó el estreno de El séptimo sello (Ingmar Bergman) en 1972 en el Cine Regis, que ya no existe; se cayó en el temblor del 85. De plano no puedo comprarla. Imagínese, el DVD es de Criterion Collection y es importado; sí hay en México pero cuesta alrededor de 500 pesos. No se consigue de otra manera, no lo hay en puestos piratas ni lo habrá y, por un lado, que bueno que así sea". En ocasiones "Javier" recorre los pasillos de las tiendas especializadas para revisar novedades y precios. "Es la agonía y el éxtasis al mismo tiempo. Está todo lo que me pueda imaginar de mi época. Se consiguen, por ejemplo, las dos versiones de Apocalipsis ahora (Francis F. Coppola), la original y la redux en un paquete único. Cómo se me antoja compararlas. No tengo dinero para comprarlas".

Por su situación económica está obligado a ser muy selectivo al adquirir un DVD legal. "Busco ofertas en los botaderos y en ocasiones encuentro alguna que otra joya en la que pocos se fijan. Me doy mis vueltas a Blockbuster y Mixup. En el primero hasta venden DVD usados a precios accesibles pero su cine de arte es muy actual y tienen poco de los 70 y 80 a la venta. En cambio, en Mixup hay de todo pero las que aprecio son casi todas región 1, importadas, y aunque han bajado sus precios aún están fuera de mi alcance. Entonces, como no puedo gastar mucho, también me doy una vuelta a ver que encuentro en los puestos ambulantes. Un día, de casualidad estaba el DVD de Lawrence de Arabia (David Lean) y me costó 40 pesos; no era de las que tenía en mente pero aproveché la ocasión. Sólo compro si hay algo que de verdad me llame la atención. Ni modo, el dinero manda".

Darle al cliente lo que pide y cómo le gusta es la fórmula de los piratas, que ya captan un segmento del mercado de videos de arte. Muchas distribuidoras no captan aún el mensaje del consumidor: precios bajos y con todas las características técnicas disponibles para el cliente. Otras si lo comprenden como 20th Century Fox, que lanzó al mercado una colección excelente de sus películas filmadas entre los 40 y los 60: Studio Classics. Entre algunos de sus títulos están Nido de víboras (con Olivia de Havilland), Viñas de ira (John Ford, con Henry Fonda), El día que paralizaron la tierra (Robert Wise), La dama y el fantasma (Joseph L. Mankiewicz), Cómo robar un millón de dólares (William Wyler), entre otros. Su precio comercial ronda los 100 pesos y su calidad técnica es de primera. Hay que aclarar que en ninguno de los puestos ambulantes visitados se observaron copias piratas de esta serie de películas clásicas. Sólo están disponibles en DVD legales. Mientras las demás compañías no hagan lo mismo, tanto "El Tío" como "José Luis" seguirán con el clásico pregón de "¡Bara bara, Burton, Buñuel, Bergman, bara bara!" y habrá quién les compre cine de arte pirata. No por gusto... por necesidad.